jueves, 12 de mayo de 2011

Fotografiar arquitectura

Fotografiar arquitectura es siempre un aliciente por muchas razones. En primer lugar porque el sujeto no suele moverse, y en segundo lugar, porque se presta a destacar no solo el sujeto entero, sino sus múltiples detalles.

Las aplicaciones son infinitas. Puede aplicarse además la fotografía surrealista, la interacción con otros motivos arquitectónicos o con personas o animales, puede hacerse en clave de humor o como denuncia social... la fotografía de arquitectura es quizá la gran marginada de todas las aplicaciones fotográficas y sin embargo una de las que más pueden desarrollar nuestro 'ojo fotográfico' y nuestra capacidad de ver lo que está oculto para los demás.


Os pongo varios ejemplos con distintos métodos expresivos o técnicas:

En este primer ejemplo os muestro unas chimeneas.


Era un día nublado que no aportaba cielo a las imágenes, pero daba una luz suave muy agradable. Podemos dar una vuelta de tuerca más si en vez de dejar la imagen así le damos un aire pictórico surrealista.

La imagen está hecha con trípode, con lo cual decidí desenfocarla y comprobar cual era el efecto que creaba el desenfoque. Los efectos que surgieron eran muchos, pero solo uno me parecía interesante. Así que lo desenfoqué en ese punto y puse el diafragma en f/3,5 para quitarle profundidad de campo y que desenfocara correctamente. El resultado es el siguiente:


Así se consigue crear cierto misterio y no se sabe si se trata de una pintura o una fotografía. Es una manera de ir creando nuestro propio estilo y abriendo nuevas puertas a la imaginación y expresividad. Esto no quiere decir que obviemos la composición. Como veis, la composición sigue unas lineas que llevan la mirada perfectamente. No debemos descuidar nunca la composición.


En arquitectura interior debemos fijarnos mucho en las líneas y en la profundidad, así como de qué manera vamos a mostrarlas en nuestra fotografía para que verdaderamente se vea que hay profundidad y se dirija la mirada del espectador hacia donde pretendemos.



En estas dos fotografías de la Catedral de Córdoba, he jugado con la luz, con la profundidad, con el enfoque y la profundidad de campo. Todos esos son nuestros aliados, y hemos de saber utilizarlos.

El uso de flash en interiores no se recomienda salvo que deseemos crear nuestra propia luz. Esto hará que estemos limitados por nuestro material (cámara, objetivo, trípode...).

Como veis, la composición no debe estar sobrecargada (Ejemplo 1), y si está sobrecargada, la diferencia de luminosidad, el tono, el enfoque y los colores, nos ayudarán a separar planos distintos (Ejemplo 2).


Otro de los problemas con los que nos vamos a topar es con la deformación de los objetivos, que se pueden solucionar con los carísimos objetivos específicos para ello o mediante software.

En el siguiente caso vemos una fotografía tomada con su deformación de objetivo:


Debemos corregirlo para que quede tal y como es en la realidad. Yo lo he hecho por software:


Esto hará que en el momento de hacer la foto contemos con dejar algo de espacio extra por arriba y por abajo para que podamos después recortar la fotografía y darle el formato normal.


A veces, la simplicidad combinada con la luz dan un efecto más que suficiente para crear una fotografía con suficiente interés y belleza.


En este caso, el elemento es una rejilla de respiración de una de las bonitas casas que tiene el casco antiguo de Córdoba. A esto se ha unido una luz totalmente lateral que realza el pequeño relieve de la pared dando textura y llenando lo que de otra forma sería una simple pared blanca. En este caso es la luz del sol, pero podemos crearla nosotros con uno o dos flashes.


Otros ejemplos de juego de luz son aquellos lugares oscuros por los que penetra la luz exterior. De esta manera creamos un ambiente especial e incluso podemos lanzar un mensaje al espectador que puede ser objetivo o subjetivo y abierto a diversas interpretaciones.




Para la fotografía de arquitectura también podemos valernos de los filtros de densidad neutra de 6 o 10 diafragmas. Con ellos podremos hacer fotografías de larga exposición, haciendo que desaparezca en gran medida el trasiego de gente de una concurrida calle o los coches. Los transeúntes aparecerán como una leve niebla cuando hacemos una fotografía a 30sg.



De igual manera, podemos usar el filtro de densidad neutra para arquitectura de fuentes, utilizándolo o no, según queramos el efecto del agua. Los resultados son distintos, y la belleza que se crea es notablemente mayor con el agua como un chorro continuo difuso.




También resulta interesante el uso del polarizador circular para tratar los colores y los reflejos. Siempre con moderación para que no se perciba su uso y no queden las esquinas de nuestras fotos de color negro u oscuras. En este caso el uso del polarizador se ha usado para ennegrecer el cielo azul y crear un aire más misterioso.


Sin el polarizador queda así:



En muchas ocasiones el rango focal sobrepasará el nivel máximo que el sensor de nuestra cámara es capaz de captar, por este motivo nos veremos forzados a utilizar la técnica de HDR, que nos permitirá sacar todo en su justa luz mediante 3 fotografías con distinta luminosidad.

Hay que tener un cuidado extremo con esta técnica, pues muchas personas intentan resaltar su fotografía acentuando las luces de sus tomas con HDR, no podemos acostumbrarnos a crear la fotografía en el ordenador, sino en el momento, por eso debemos aprender bien, hacer bien la fotografía y luego jugar con ella en el ordenador, pero siempre sabiendo hacer fotografía, nunca al revés. De lo contrario, nunca pasaremos de iniciados en el mundo de la fotografía.

El HDR lleva añadida la dificultad de que el resultado final sea adecuado. El 90% de los HDR que veo por internet tienen los mismos errores, colores irreales y bordes con luz. Para que el HDR nos quede bien debemos poner los parámetros en su justa medida. La mayoría de las veces pasa por pequeños ajustes. El mejor resultado para mi gusto es el que no se nota.

En este caso hice un HDR, ya que la diferencia entre sol y sombra era tremenda. Además, como podéis ver, dejé espacio suficiente por arriba y por abajo. Después en el software, enderecé el edificio y recorté para sacar la composición que quería desde un principio. Finalmente, el virado a blanco y negro y un realzado de enfoque le dio el aspecto final.


Los reflejos también son muy importantes en fotografía de arquitectura. Hemos de aprender a jugar con ellos


Lo que más acostumbrados estamos a ver es el juego entre líneas y curvas o las fotografías de detalle con profundidad a infinito. Os pongo diversos ejemplos


En el caso anterior, el juego de la estructura totalmente sinuosa con la rectilínea figura del edificio causa un efecto dispar que impresiona al espectador. También es muy importante la profundidad, que juega un papel esencial en el interés del conjunto. Además he aplicado un destello de flash en la estructura para evitar el exceso de sombras y dar volumen a las barras de la izquierda.


En este caso, se trata de que el espectador no sepa lo que está viendo y a la vez sienta una sensación de vértigo y cierta angustia.



Estas 2 últimas fotografías juegan también con la profundidad, los reflejos y la combinación de rectas y curvas.

Las fotografías están ahí. Debemos aprender a verlas, a crear composiciones en nuestra cabeza antes de verlas con la cámara. Es cuestión de practicar

La fotografía de arquitectura es apasionante. Ya es hora de que le demos un empujoncito y la practiquemos también nosotros.

PD: Siento haber tardado tanto en escribir, pero Abril y Mayo están resultando ser exhaustivos y no tengo apenas tiempo. Espero poder escribiros pronto.