INTRODUCCIÓN
La fotografía pasa por una comprensión del mundo y lo que nos rodea como 'algo más', algo que esconde un misterio para quien sepa mirar de una manera adecuada.
La inmensa mayoría de las personas viven su vida acariciando la realidad sin imbuirse en ella. Quién aprende a vivir de verdad la vida, descubre que ésta esconde verdades y secretos que no todo el mundo alcanza a comprender. Una de las sendas que nos lleva a profundizar más en la realidad y a experimentarla de una manera muy diferente a cómo lo habíamos hecho hasta ahora es la fotografía.
Aquél que descubre la fotografía y se asoma a su práctica, va poco a poco adquiriendo unas facultades que están en nosotros, pero no surgen espontáneamente, sino que han de ser sometidas a entrenamiento. Una de esas facultades es aprender a ver la belleza de las formas.
La belleza de las formas no solo reside en ellas, sino también en la relación que hay entre las cosas. Por ejemplo: No es lo mismo la belleza de un lápiz rojo, que la belleza de un montón de lápices de colores ordenados según su color y formando un abanico. Al relacionarse con mayor número, con colores ordenados y creando una forma de abanico, conseguimos realzar la belleza de las formas, no solo de la forma de un lápiz, sino también de la forma de un abanico, todo esto apoyado por la diversidad ordenada de sus colores.
La belleza de las formas está ahí, solo que no es evidente de un vistazo. Hay que buscarla.
El ejemplo del lápiz nos enseña a modificar la ubicación de las cosas para crear belleza, sin embargo, en fotografía, la mayoría de la veces no vamos a poder modificar la realidad, sino que vamos a tener el lápiz y punto. En este caso nuestro aporte podría ser ubicar la luz para darle una luz que mostrara la belleza del lápiz.
El momento más complejo es cuando el sujeto y la luz son los que hay y no se pueden reubicar, entonces, solo la maestría del fotógrafo captando el momento, la expresión o fotografiando desde un punto concreto, sabrá hacernos descubrir la belleza del momento o el mensaje concreto.
Nuestro quehacer más importante si queremos hacer fotografía es encontrar ese punto concreto desde el cual la fotografía resulta distinta al resto de encuadres. Así podemos estar hablando de la diferencia entre una fotografía que no transmite nada o poco, y una fotografía conmovedora. Ambas tomadas en el mismo instante y con la misma cámara, pero desde ubicaciones distintas.
APRENDIENDO A VER
Para aprender a ver la belleza de las formas, lo peor que podemos hacer es coger la cámara e irnos a la calle buscando algo bonito que nos llame la atención. Si no hemos educado la mirada, de nada nos servirá la cámara.
Lo primero que debemos repetirnos es que la belleza está ahí contigo, ahora, y tiene mucho que ver con la relación entre las cosas.
El ejercicio que os propongo es buscar la belleza de las formas en vuestra casa. Vamos a componer nuestra fotografía con nuestra vista primero, sin coger la cámara. Debemos mirar con detenimiento las formas geométricas, círculos o elipses, líneas paralelas o que se cruzan, rectángulos y cuadrados, aquello que llame la atención por su forma y que pudiera ganar interés en relación con algo. Una vez vistas las fotografías con la vista, podemos coger la cámara y ver si la composición puede funcionar.
Yo he hecho el ejercicio sólo y exclusivamente en el salón de mi casa. He buscado todos estos valores, así como reflejos, contraluces... y relacionándolos he conseguido descubrir la belleza de las formas que se presentaba oculta ante mi.
Mientras escribo esto, tengo delante una vitrina de madera en la que guardo una vajilla. Es rectangular, de madera, y tiene unos cristales. Los cristales crean reflejos que pueden ser aprovechados para ver otras cosas. En este caso, la luz de la lámpara del salón aportará el interés en la luz, teniendo un único punto de iluminación que creará volumen mediante las sombras generadas.
Simplemente moviéndome con la cámara voy a tratar de descubrir donde está la belleza en la relación con las cosas. Como veis, no hago la fotografía porque hay belleza o interés, sino que, viendo que no hay interés a primera vista, busco detenidamente si pudiera haber una composición oculta que en determinada posición del fotógrafo nos diera como resultado una fotografía interesante.
Esta composición es interesante porque muestra el reflejo de la lámpara clásica del salón en la vitrina de la vajilla. Como veis llama la atención y el resultado convence. Como el color no es nada interesante, voy a potenciar la atención en el tono y realizo las tomas a blanco y negro.
Para no distraer, hago las fotografías con un tele de unos 200mm. a nºf bajo, es decir, a diafragma abierto, y así discrimino por desenfoque el primer plano, que no me interesa que desaparezca del todo, sino que se siga viendo que es una vitrina y que lo que se ve es un reflejo en su cristalera.
Para que no moleste, la lámpara está apagada, y la luz es un contraluz de una lámpara de pie de salón normal y corriente.
Si enfocamos en el primer plano obtenemos esta imagen:
Vemos que ha perdido todo el interés y misterio, pues el reflejo de la lámpara queda más como algo que estorba que como un valor compositivo.
Debido a la ubicación, veis que he compuesto con la vitrina recta por la derecha, pero queda inclinada tanto por arriba como por abajo. Esto hace que con el foco puesto así en primer plano, esto se interprete como un error más que como algo adrede, por eso, volveremos a desenfocar la vitrina y a recuperar el reflejo, pero esta vez iremos más allá y el enfoque lo daremos a la pared de detrás de la lámpara:
En este caso vemos que la toma también tiene interés, para mi gusto, la mejor, pues convertimos la fotografía casi en un cuadro, en arte, ya que difuminamos casi todo salvo la pared, de modo que la vitrina no se ve con claridad pero se intuye, y lo mismo sucede con el brazo de la lámpara, que ciertamente es un centro de atención en el que destaca claramente su forma pero de manera muy suave.
Con todo, es una composición que no acaba de convencerme, pues descubro 2 fallos que no me gustan, como son un taco que hay en la pared de un cuadro antiguo, y que se ve como un punto oscuro en la parte inferior de la cristalera, y un cuadro que se refleja en la cristalera de la izquierda de la fotografía. La solución puede venir mediante Photoshop o quitar ese cuadro de la pared y tapar el taco, pero puesto que estamos intentando no tocar el entorno en exceso, y hacer fotografía y no retoque digital, buscaremos otra composición con los mismos elementos acercándonos un poco. Así aprenderemos a componer mejor.
Esta es la nueva composición sin que se vean los errores, y de nosotros depende escoger cual de las 3 tomas será la elegida como buena. He mantenido el reflejo de la lámpara porque creo que es un valor añadido en la fotografía.
Como veis, la composición sin recorte nos hace dejar dentro los tiradores, y no queda mal, sino que aporta diferencia en la excesiva geometría de la cristalera. Sin embargo, he creído ver la belleza de las formas en esa lámpara y he querido destacarla como algo inusual dentro de una toma más corriente y no tan encuadrada. ¿El resultado final? os lo muestro
De esta manera hago una fotografía corriente en la que destaca una forma elegante que es el brazo de la lámpara, y para darle todo el énfasis, desenfoco todo con un diafragma muy abierto y centro el foco en el objeto que quiero realzar.
La composición no es al azar, la vitrina está centrada por abajo y crea un paralelismo con la línea de arriba formando una especie de 'Z' al revés. La foto desenfocada en la balda de la derecha nos muestra que lo que estamos viendo es una habitación. Se puede decir que en una fotografía normal hemos descubierto un sujeto interesante que por sus formas nos transmite sensación de belleza al relacionarse con el todo.
Busquemos ahora otra composición diferente. Fijémonos en la lámpara, que tiene unas formas muy sugerentes.
He buscado esta composición porque contrasta el clasicismo de la lámpara con la sobriedad del techo y la pared.
Es interesante la perspectiva que da la línea del fondo, que no es ni más ni menos que la separación entre pared y techo. Esta fotografía está a f/16, con mucha profundidad de campo. Vamos a estudiar la imagen.
Vemos que hay 2 imperfecciones en el comienzo y final de la línea del fondo. A la derecha una alcayata de la pared, y a la izquierda forma una esquina con otra pared que rompe la continuidad de la línea. Aunque son imperfecciones muy pequeñas, se ven, y debemos buscar acabar la imagen lo más perféctamente posible. Si podemos recomponer lo hacemos, y salvamos la situación, sino, la solución vendrá reduciendo la profundidad de campo.
A f/8 tenemos este resultado
Observamos que las imperfecciones se han atenuado y la imagen ha ganado profundidad debido al desenfoque. Llevemos al extremo la abertura de diafragma a ver qué sucede.
Ahora, las imperfecciones que teníamos prácticamente han desaparecido y no molestan. Además, la poca profundidad de campo ha hecho que el conjunto gane en interés y de una percepción de profundidad. Debemos elegir bien el punto de enfoque para que no quede el objeto principal excesivamente desenfocado.
A pesar de que me gusta, vamos a hacer que gane algo más de interés.
Si os fijáis, la sombra de la lámpara crea una línea que no llega a ser paralela con la que forma la pared del fondo. Podemos aprovechar que la línea del fondo se dirige hacia la luz, y si podemos mover la lámpara, vamos a intentar que la sombra cree una línea que se dirija a un punto imaginario por la derecha que cree el mismo efecto que se crea con la línea de abajo.
Vemos que la línea de sombra ha cambiado, creando un recorrido muy parecido al que surge por abajo, dirigiéndose ambas líneas a la luz de la lámpara. Al mover la luz, también vemos que ha creado mayor interés al conjunto y hemos generado un contraluz en la lámpara que resalta aún más sus formas.
Como veis la composición es muy importante para nuestras fotografías, un tema muy amplio que no voy a explicar aquí, pero que juega con muchos factores como la simetría o la asimetría, la calma o la tensión, o incluso ambos a la vez. Es esencial para resaltar la belleza de las formas y ver su relación.
Debemos evitar la arbitrariedad en nuestras tomas. Hemos de buscar la fotografía y trabajarla si nos da tiempo. Con la práctica podremos captar instantes irrepetibles y componer en décimas de segundo.
Voy a seguir buscando por el salón de mi casa a ver si consigo descubrir algo nuevo. Vamos a composiciones más abstractas.
Da la casualidad de que hay una escalera que tengo pendiente de mover a su sitio. Sin necesidad de moverla (aunque se podría hacer) veo que hay una composición probable.
No es una composición fácil de ver, pero el juego visual consiste en los paralelismos verticales de la pared y las cortinas iluminadas por la luz de la ventana, así como la diferencia de tonalidades. A esto le añadimos la textura de la base de la escalera que forma perpendiculares a las líneas verticales. Cómo la escalera está 'mirando' ligeramente a la izquierda, no la situo en el centro, sino un poco a la derecha, para dejar algo de espacio hacia donde 'mira' la escalera. Como casi todas las líneas son verticales elijo una toma en vertical que refuerze la sensación de verticalidad.
En este caso he usado la luz que hay, sin mover la lámpara. Si modificamos la luz podremos hacer que gane interés mediante sombras y volumen, pero imaginemos que no podemos modificar la luz. ¿Cómo daríamos un toque especial a la fotografía?
Os muestro un resultado diferente.
Es la misma toma pero con poca profundidad de campo y el enfoque ubicado en la pared del fondo, de manera que lo que gana interés es la iluminación del fondo, pero pasando la mirada através de la escalera. Esto funciona muy bien para sacar a personas através de objetos. Si os fijáis, la escalera está tan desenfocada que la mirada se va a la pared y a la cortina, que es donde está la parte de mayor iluminación, y tenemos que hacer un esfuerzo en la vista para ver la escalera, pues aunque está delante, pasa desapercibida respecto al fondo. Es un curioso efecto de composición que podemos usar para nuestras fotografías.
Vamos a buscar una última imagen.
En mi salón tengo una rosa de cristal, de adorno. Vamos a jugar con su sombra proyectada en la pared iluminando con una linterna para dar mayor potencia de luz y centrar la mirada en el sujeto principal
Sin acercar mucho la linterna conseguimos esta hermosa sombra que nos puede dar pié a un buen título para nuestra fotografía. Como podéis ver, hay una total sencillez de elementos: la sombra y la pared, nada más. La composición puede ser horizontal o vertical, da mucho juego, con la rosa enderezada o torcida. Como la sombra mira a la izquierda, en la izquierda dejo más espacio. El espacio es muy importante en la composición.
¿Cómo añadir interés sin añadir elementos? Podemos acercar la linterna y tenemos este resultado.
Ahora la linterna ha creado un viñeteado natural que hace que la imagen tenga mayor interés, aparte de que ha aumentado la luz en el centro de la imagen.
Todos estos recursos aplicados a un salón normal y corriente han dado lugar a estas fotografías. Solo debemos aprender a ver la belleza de las formas y su relación con los objetos que los rodean. Es cuestión de práctica e imaginación, todo se aprende.
Evidentemente, es importante ir ampliando nuestras nociones de composición a la vez que vamos intentando estos ejercicios. Imaginaos qué podréis sacar en una ciudad o en un evento en el que tengáis que fotografiar, y esto son solo 4 cosillas mal explicadas de composición.
Os animo a profundizar y a hacer estos ejercicios sencillos de ver en lo que tenemos cerca y accesible.
Un saludo a todos y espero haber despertado vuestra curiosidad fotográfica.